Domingo
día 28 de Abril de 2013, suena el despertador temprano, sólo son las 6:00 a.m.
y el sueño puede con cualquier persona. En el fondo, no soy el único que
madruga, sé que hay más de 26.000 personas que este mismo día están madrugando
para el evento, si, eso es, hoy toca ponerse las zapatillas, atarlas fuerte y
mirar bien alto, ya que toca correr una larga distancia, nada más ni nada menos
que 42,195 km.
Tal
vez he comenzado la historia mal, pero en el fondo tengo que ir al grano,
detrás he dejado mucho sufrimiento. Han sido 4 meses de mucho trabajo, ¡4
meses! Para un día, sólo un día. Cualquier error puede tirar todo el trabajo de
15-16 semanas de entrenamiento.
Me
levanto de un salto de la cama, los nervios me comen, he dormido poco y llevo
semanas nervioso, lo bueno, que no estoy solo en esto, mi equipo, mi club, mis
amigos estarán a mi lado este día. Hemos entrenado mucho, muchos domingos a las
9 de la mañana corriendo como locos por caminos y senderos de la sagra.
7:15
a.m. es la hora de la quedada, es muy temprano, pero un evento así merece la
pena, nos reunimos en la iglesia todos puntuales, se respiran nervios en el
ambiente, en el fondo todos estamos nerviosos. Nos montamos en el autobús y en
seguida partimos.
El
viaje se hace corto, risas, comentarios, Candi sin batería en su GPS jeje, un
viaje agradable (es capaz de no correr la carrera sin su GPS) en el fondo le
entiendo, me ocurriría lo mismo a mí jeje.
¡Ah!
Se me olvidaba decir quienes vamos en el autobús, vamos Candido, Juan Jesús
García, Juan Jesús Pérez, David, Manolo, Gustavo, Raúl, Mario, Marcos, Julio,
Pablo, Ismael, Jesús, Enrique, María, Eva y yo, un total de 17 personas.
Al
llegar a Madrid el autobús nos deja en la salida (Plaza de Colón), se respira
buen ambiente, mucha mucha gente, el ambiente huele a réflex, ese olor me
activa las piernas, son las 8:15 de la mañana y sólo faltan 45 minutos para la
salida. Rápidamente nos organizamos para prepararnos, los que corren la media
maratón hacen un grupo, los de la maratón nos dispersamos en función de
nuestros objetivos y ritmos, buscamos nuestros cajones de salida y nos metemos
en el mogollón.
Parece
que los minutos son segundos, el ambiente hace que el tiempo pase rápido, foto
aquí, foto allá etc etc…..
Son
las 8:58 a.m. el corazón late a mil y llega el momento que todos deseamos,
rendir homenaje a las victimas de la tragedia de Boston. De pronto, Madrid se
queda en silencio, pelos de punta y manos en alto haciendo la “b” de Boston,
este momento es único, somos más de 26.000 personas luchando contra el
terrorismo, esta carrera debe salir bien si o
si, sólo se escucha un helicóptero a lo lejos. Un fuerte estruendo en
forma de aplausos rompe el silencio de Madrid y vuelve la actividad y la animación
de una de las mejores carreras que puede haber, quedan segundos para comenzar
las 3 carreras, 10 km, 21 km y 42 km.
¡PAM!
El pistoletazo de salida, todos comenzamos a correr como locos, acaba de
comenzar el desafío, pero no la Maratón, la Maratón aguarda aparecer.
Los
kilómetros van pasando rápido, en el kilómetro 4 nos despedimos de los
corredores que realizan la carrera de 10 km y nos separamos, ahora sólo
quedamos los corredores de Media Maratón y Maratón.
La
organización y el voluntariado como siempre perfecto, son 35 años organizando
una carrera de tanto calibre y los pequeños y grandes detalles están cubiertos.
En esta crónica me gustaría agradecer su trabajo desinteresado, gracias a los
patinadores que nos suministran vaselina, réflex y cualquier cosa que
necesitemos durante la carrera (www.madridpatina.com) , sin ellos, realizar la
Media Maratón y Maratón sería imposible. También agradecer a las miles de
personas que nos suministraban agua, geles y todo lo necesario para la carrera,
¡Mil gracias!.
El
kilómetro 16 llega pronto, un fuerte estruendo de aplausos y ánimos se escucha,
es la separación de caminos, los corredores de la Media Maratón están apunto de
finalizar la carrera, ¡ANIMO! Los Maratonianos, en cambio, nos queda un duro
camino, estamos frente a 26 kilómetros de gloria y sufrimiento.
Los
kilómetros van pasando, los grupos musicales animan el ambiente, nuestra
familia nos apoya desde fuera y nuestro cuerpo está adaptado a devorar
kilómetros, son muchas semanas entrenando, hoy, es el día. Sin apenas darnos
cuenta, el kilómetro 25 ha llegado, ¡La casa de campo! Ahora si, ahora comienza
la autentica maratón, todos sabemos que cuando salgamos de la casa de campo, el
desnivel y las pocas fuerzas que nos queden nos harán sufrir, pero en el fondo,
hemos venido a eso.
La
casa de campo se desarrolla tranquila, las piernas pesan, los kilómetros se
notan y llega el kilómetro 30, ¡Sólo nos quedan 12 kilómetros! Muchos serán
cuestra arriba, ¡Vamos!
Del
kilómetro 30 al 40 es una lucha de titanes, las piernas quieren parar pero la
mente no las deja, los kilómetros pasan y la gente cada vez aplaude con más
fuerza, sois la fuerza que nos hace seguir, gracias por estar ahí luchando con
nosotros.
Kilómetro
40, ¡Al fin se ve la estación de Atocha! Sólo quedan 2 kilómetros y unos pocos
metros para la gloria, las piernas fallan, la mente, la mente ya no puede con
ellas. Pero la fuerza y el animo del público nos llena de vida, nos miran a los
ojos, nos dicen ¡Ánimo!, ¡Queda muy poco! ¡Ya casi está! ¡Sigue adelante! En el
fondo, ya nos queda 1 cuesta arriba y la gloria, una terrible cuesta arriba y
no tenemos fuerzas.
La
velocidad disminuye drásticamente, la cuesta arriba es dura, pero podemos con
ella, sea como sea, vamos a lograrlo.
Kilómetro
42, una larga recta llena de gente y aplausos nos animan a levantar las manos y
disfrutar el momento, estaba lejos, pero lo hemos conseguido, los fotógrafos
nos capturan la alegría, este momento será eterno.
¡Hemos
terminado la Maratón de Madrid!
Agradecimientos a Sebastián Navarrete por las fotos.
http://fotorunners.blogspot.com.es/
Daniel Carrillo
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Daniel Carrillo